Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)


La labor de la Fundación CANDELARIA SOLIDARIA contribuye a los OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS), objetivos globales ratificados por los líderes mundiales en 2015 para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

Debemos recordar que, entre las principales características de los ODS, está el carácter de objetivos en común y compartidos por todos los agentes (empresas, organizaciones, universidades, sector público) y que, por tanto, se trata de un llamamiento a colaborar con otros agentes para sumar y conseguirlos.

De entre estos objetivos, desde Candelaria Solidaria se apuesta por:

ODS 8: EMPLEO DIGNO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

Se aboga por promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. La mejora de la empleabilidad se relaciona con tener la tasa de paro controlada y baja, y lograr que los salarios medios y las condiciones laborales sean, no solo dignas, sino que garanticen la cobertura de necesidades de las personas.

En este sentido, existe correlación entre la educación deficiente, la baja productividad y los persistentes niveles de pobreza. La educación, además de ser un fin en sí, debe ser un medio para obtener un empleo decente, especialmente para los jóvenes, en tanto que el aprendizaje durante toda la vida es indispensable para mantenerse al corriente de las competencias cambiantes que se necesitan para el mercado laboral.

Por tanto, el desarrollo de competencias profesionales, conocimientos, habilidades y valores en el ámbito laboral, es requisito previo fundamental para el desarrollo sostenible. El desarrollo de competencias, asimismo es esencial para aprovechar las oportunidades y hacer frente a las dificultades que plantean las nuevas exigencias de las economías cambiantes y las nuevas tecnologías en el contexto de la globalización.

Los programas temporales de empleo desarrollados por la entidad son un medio para favorecer las competencias profesionales y las capacidades y habilidades adecuadas para la adecuación al puesto de trabajo, ofreciendo un espacio laboral para la mejora y asimilación de competencias y habilidades.

ODS 4, 8, 10, 11 Y 17: RELACIONADOS CON LA DISCAPACIDAD

A través de los ODS, vivimos una oportunidad para promover mayores cotas de igualdad, prosperidad en sociedades inclusivas, pero que no puede realizarse, sin el concurso y contribución de las personas con discapacidad, sus familias y sus organizaciones.

Mediante la ratificación en 2008 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y su Protocolo Facultativo (CDPD)1 el Estado español se comprometió a la adopción de medidas para el cumplimiento de este compromiso internacional. Con anterioridad y durante años, la sociedad civil venía trabajando de manera organizada por la realización de los derechos de las personas con discapacidad, a menudo desde la invisibilidad.

Desde los ODS se hace una llamada universal a la acción para acabar con la pobreza y el hambre, proteger el planeta y garantizar que todas las personas disfruten de la paz y la prosperidad. El principio fundamental de los ODS es “no dejar a nadie atrás”, y el desarrollo sostenible pasa a situarse en el centro del trabajo de la ONU, con la Agenda 2030 como “imperativo para el cambio”.

Bajo esa voluntad y ese principio de “no dejar a nadie atrás”, comienza a extenderse un modelo de desarrollo que tenga en cuenta la diversidad de capacidades presente en la sociedad y las distintas situaciones que una misma persona atraviesa a lo largo de su vida.

En línea con esto, toman fuerza debates como la relación entre discapacidad y pobreza, la contribución que las personas con discapacidad pueden realizar al resto de la sociedad, la relación entre discapacidad y desarrollo tecnológico, y otros. Al igual que en otros ámbitos se pone foco en las mujeres y niñas con discapacidad, o familiares de personas con discapacidad por el mayor riesgo de vulnerabilidad y exclusión social, y la intensidad de su impacto.

Desde la labor de Candelaria Solidaria se potencia la promoción, defensa y favorecer el ejercicio de derechos por las personas con discapacidad y sus familias, siendo la forma más eficaz de contribuir a los ODS, a través de sus actividades principales. Estas son actividades orientadas a la atención y acompañamiento mediante servicios, proyectos, programas, etc. a las necesidades y demandas preferentes de las personas con discapacidad y sus familias según su realidad social y la situación objetiva. Potenciar el desarrollo personal y social, y el acceso a los derechos, bienes y servicios de la comunidad, con el fin de revertir la situación, y mejorar la vida de las personas en el ejercicio de sus derechos, son actividades que redundan en que las personas con discapacidad se conviertan en actores que aporten a la construcción de una sociedad mejor: más justa, diversa e inclusiva.

De igual forma, se aboga por la igualdad de oportunidades, la ilusión de las personas, atendiendo no sólo las necesidades básicas (alimentación, salud), sino también la promoción de su autonomía personal y social.

ODS 4, 8, 10, 11 Y 17: RELACIONADOS CON EL ENVEJECIMIENTO

Es un hecho que la población mundial está envejeciendo. Educación, salud, vivienda, transporte y mercado laboral son algunos de los sectores más afectados por el reto del envejecimiento saludable. En este contexto, la Agenda 2030 nos interpela a todos y todas para ser partícipes del cambio hacia un nuevo modelo social y político que de prioridad a los derechos de las personas vulnerables y mayores.

En línea con esto, toman fuerza debates como la relación entre envejecimiento-discapacidad y pobreza, la contribución que las personas en situación de vulnerabilidad pueden realizar al resto de la sociedad, la relación entre discapacidad, envejecimiento y desarrollo tecnológico, y otros. Al igual que en otros ámbitos se pone foco en las mujeres y en los familiares directos de personas en situación de dependencia por el mayor riesgo vulnerabilidad y exclusión social, y la intensidad de su impacto.

Desde la labor de la Fundación Candelaria Solidaria, se potencia la promoción de la autonomía, las redes sociales de apoyo y la atención a las necesidades básicas, siendo la forma más eficaz de contribuir a los ODS, a través de sus actividades principales. Actividades orientadas a la atención y acompañamiento mediante servicios, proyectos, programas, etc. a las necesidades y demandas preferentes de las personas en proceso de envejecimiento y sus familias según su realidad social y la situación objetiva, potenciando el desarrollo personal y social, la nutrición saludable y el acceso a los derechos, bienes y servicios de la comunidad, con el fin de revertir la situación y mejorar la vida de las personas en el ejercicio de sus derechos. Son actividades que redundan en que las personas se conviertan en actores que aporten a la construcción de una sociedad mejor: más justa, diversa e inclusiva.

ODS 2: Hambre cero

Tras décadas de un continuo descenso, el número de personas que padecen hambre (medido por la prevalencia de desnutrición) comenzó a aumentar lentamente de nuevo en 2015. A día de hoy, más de 820 millones de personas se acuestan habitualmente con hambre. De ellos, alrededor de 135 millones padecen hambre aguda, debido principalmente a los conflictos humanos, el cambio climático y las recesiones económicas.

De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, la pandemia de la COVID-19 podría duplicar ahora esa cifra y añadir unos 130 millones de personas más que estarían en riesgo de padecer hambre aguda a finales de 2020.

Con más de 250 millones de personas que podrían encontrarse al borde de la hambruna, es necesario actuar rápidamente para proporcionar alimentos y ayuda humanitaria a las regiones que corren más riesgos.

Al mismo tiempo, es necesario llevar a cabo un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial si queremos alimentar a más de 820 millones de personas que padecen hambre y a los 2000 millones de personas más que vivirán en el mundo en 2050. El aumento de la productividad agrícola y la producción alimentaria sostenible son cruciales para ayudar a aliviar los riesgos del hambre.

La lucha contra la pobreza es una de las líneas estratégicas principales de las políticas europeas, nacionales y locales. A nivel europeo la política de lucha contra la pobreza se ha insertado en el largo plazo con la Estrategia 2020; con ella, la UE subraya la necesidad de identificar las causas de la pobreza, el perfil de la pobreza y las trayectorias de empobrecimiento, en particular a nivel local.

En este contexto desde esta entidad se elaboró en 2016, el Informe de Pobreza Severa y Exclusión Social en el municipio de Candelaria, cuyo objetivo ha sido contribuir a la comprensión de los procesos de empobrecimiento de las personas residentes en el Municipio de Candelaria. Este estudio constituye uno de los elementos fundamentales de la estrategia de intervención en la exclusión social en el Municipio de Candelaria, en la medida que procura un conocimiento real y concreto de los distintos elementos que son necesarios considerar para llevar a cabo intervenciones sociales y medidas eficaces

Existen diversos estudios como el VIII Informe del Observatorio de la Realidad Social (2013), la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (2014), el Informe Exclusión social y Desarrollo de FOESSA (2019) que apuntan a un notable aumento de la pobreza desde el inicio de la crisis: la pobreza se extiende a más población, es cada vez más intensa y se hace crónica en el tiempo, al mismo tiempo que aumenta la desigualdad entre los segmentos más ricos y más pobres de nuestro país.

El Informe de Pobreza Severa y Exclusión Social elaborado por nuestra entidad (2016), cuenta, por un lado, con los datos obtenidos desde el Centro Solidario de Alimentos (CSA), servicio gestionado por la Fundación y cuya finalidad es apoyar la cobertura de necesidades alimentarias de las familias en situación de exclusión social derivadas por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Candelaria, y por otro, con los datos de los propios servicios sociales de las familias en situación de pobreza y exclusión social atendidas.

En ese informe, se subraya que la búsqueda de empleo, la movilidad, la alimentación, la carencia material, el cuidado de las personas dependientes, la conciliación familiar, el endeudamiento, el acceso a la vivienda, son todas ellas dimensiones que se ven muy afectadas por la red de apoyo social con la cual cuentan las familias y las personas en situación de exclusión social. Pero que, además es fundamental, concretar medidas y actuaciones específicas que supongan avances sustanciales en ámbitos como el de los ingresos mínimos. Articular y profundizar la red de prestaciones mínimas, garantizando un sistema de ingresos mínimos dando coherencia a los sistemas existentes actualmente y ampliando la cobertura. Incrementar y mejorar la coordinación y combinación entre protección social, formación y acceso al mercado de trabajo. La necesidad de que todo hogar, incluso en situación especial de endeudamiento, tenga garantizado el acceso a los suministros básicos de agua, luz y electricidad y el acceso a los medicamentos. Una respuesta eficaz a las necesidades básicas pasa por una mejor coordinación y articulación de los servicios y recursos presentes en el Municipio.

Desde la Fundación se apuesta por garantizar las necesidades básicas de subsistencia, siendo el Centro Solidario de Alimentos un servicio esencial que contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.